En verano, el asfalto puede superar fácilmente los 50 grados de temperatura, y esa condición extrema la sufren directamente los neumáticos. Este elemento, esencial para la seguridad y el rendimiento del vehículo, es uno de los más castigados durante los desplazamientos veraniegos, sobre todo si el vehículo va cargado o se recorren largas distancias.
Un neumático en mal estado puede suponer un riesgo elevado de reventón, especialmente si presenta un desgaste excesivo, un inflado inadecuado o daños invisibles a simple vista. Además, el aumento de temperatura afecta directamente a la presión interna, que puede variar significativamente y alterar el comportamiento del coche en frenadas o curvas.
Por eso, antes de emprender cualquier viaje en verano es fundamental comprobar la presión de los neumáticos —siempre con el coche en frío—, así como el estado general del dibujo y la posible aparición de deformaciones o grietas. También es recomendable revisar la rueda de repuesto si el vehículo la lleva, o comprobar el buen funcionamiento del kit antipinchazos.
Circular con los neumáticos en buen estado no solo mejora la seguridad, sino que también reduce el consumo de combustible y aumenta el confort de marcha. En Talleres Love My Car revisamos tus ruedas, así como el resto de elementos mecánicos, antes de tu viaje. Porque unas vacaciones tranquilas empiezan por tener el coche a punto.