El Jeep Grand Cherokee WJ, comercializado a finales de la década de los 90 y a principio de la década del 2000, es un auténtico Jeep de la vieja escuela, fiable y robusto, especialmente con el motor de 2.7 litros CRD de origen Mercedes, aunque eso sí, tiene algunos puntos débiles, como es el caso de las arandelas de cobre que monta entre los inyectores y la culata que con el paso del tiempo se deterioran y comienzan a salir los gases llegando a formar una capa que dificulta la extracción de los inyectores.
Esta operación, que a priori puede parecer que no es muy complicada, se presenta con un importante problema, ya que los tres primeros inyectores salen fácilmente, pero el cuarto, y sobre todo el quinto inyector, son muy difíciles de extraer ya que tropiezan con la parte inferior del parabrisas.
En nuestro canal de TikTok te explicamos todas las complicaciones y posibles soluciones que presenta el cambio de arandelas en los inyectores del Jeep Grand Cherokee WJ.